Es por eso que hablar de Aniki se nos antoja necesario, además de un auténtico placer. Esta artista ecléctica cuyo estilo se mueve entre el Soul, el Jazz, el Reggae y el Hip hop nos ha encandilado desde el primer momento. Conocer su trabajo supone dejarse envolver por una atmósfera intimista que puede llevarnos del gris más melancólico a un estallido de color, y todo ello a través de letras frescas, sobre temas actuales, con los pies puestos en la tierra que todos pisamos.
La voz de Aniki nos adentra en un prisma en que las imágenes se distorsionan, el tiempo se vuelve más lento y los sentidos se agudizan. Sus canciones suenan urbanas, cercanas en el tiempo y el espacio, pero su poderosa voz, tan diferente y personal, les confiere un regusto clásico.
Su carrera empezó en 1997, de la mano del productor Juanka Litoss, quien la hizo embarcarse en la aventura de empezar a navegar por entre los estilos musicales que más enraizaban con su sensibilidad: el Nu Jazz, el Acid Jazz y el Neo Soul.
Tuvo que esperar varios años hasta encontrar su gran oportunidad de cara a ser conocida por el público: fue en 2002 cuando el grupo Falsalarma la fichó para colaborar en dos de las canciones de su disco “La misiva”: “Desde mi ventana” y “Amor propio”. La voz de Aniki no sólo turbó los sueños de quienes escucharon el disco, sino de todos aquellos que asistieron a alguno de los conciertos de su gira de presentación.
Este empujón fue el definitivo para conseguir el sueño de cualquier artista musical: grabar una maqueta. “Tiempo al tiempo” fue el título de este primer trabajo, grabado en 2003 gracias a la ayuda del productor Klaan Faaxtor, y que no salió a la luz hasta el año 2005. En él contó con la colaboración de figuras como Quiroga, Nerko, Serpico o Juaninacka.
Tras este paso decisivo, las colaboraciones se sucedieron: con Souldivos en la maqueta “Sol de otro cielo”, con Gran Pueblo en “2003 Desastres”, con Nach en el disco “Ars Magna / Miradas”, con Puto Largo en el LP “Inspiración” o, quizá la más importante en cuanto a implicación, con Rapsusklei en la maqueta “Mundo Bicolor”, de 2007, ya que no se trataba propiamente de una colaboración, sino que la autoría del disco estaba en manos de ambos.
En su nuevo disco, “Ego”, recién sacadito del horno el pasado 2011, nos ofrece su particular homenaje al género jamaicano a base de canciones que son retazos de vida.
“¿Quién soy yo? ¿Qué hago aquí?”, se pregunta Aniki en uno de sus cortes más inspirados. Una reflexión universal de la mano de una artista que debería tener claras las respuestas. “Aniki. Magia.”
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